Hoy la nieve
Hoy la nieve tiene un tacto
de sábana fresca y misterio,
anoche nevó en las calles,
quién podía imaginar
la sorpresa de la luz
viuda de formas, de cuerpos,
un manto extendido sobre
las cadencias de la vida
y el tiempo,
al escarbar el camino
los pasos hacen crujir
las memorias sepultadas,
dónde reposan las manos,
los ojos dónde se ocultan,
cristales de hielo afilan
los nombres que no se nombran,
ausentes,
quiero diluir esa piel
gélida como la muerte
con el calor de mis labios,
aun borrados de mi mente
los nombren que no se olvidan
golpean con los nudillos
la madera de mi puerta
herida,
vistes mejillas de cera
de un cirio que no calienta,
nieve, la pasada noche
la rutina de los sueños
se mantenía despierta,
tú cubriste la inocencia
de voces que no se escuchan,
silencios.