A todos los poetas, a todos los lectores de poesía
Tiempo
Ni un solo minuto me perdonas
por más que te suplico ¡ten paciencia!,
manejas mis espacios a tu gusto
con un gesto arrogante de las manos,
y qué otra cosa hacer sino esperarte,
esperar es alma con pies de vida ,
no hay destino, pasado ni presente,
manejas a tu antojo cada instante,
tampoco voz dispuesta a desdecirte,
maldito dios-tiempo, yo te maldigo
con esta misma fuerza que te admiro,
cobarde como eres, arrogante,
y sin más haz cuanto te venga en gana,
pues están decididos tus presagios,
hágase, en fin, cuanto deba hacerse,
tu oscura voluntad en justo tiempo
cuánto te maldigo, tiempo cabrón
de cuerno retorcido, cuánto te amo.