El Libro Negro de las Horas
Eva Gª Sáenz de Urturi
Una intriga de las que enganchan y no dejan adivinar cómo la autora planea el desenlace hasta situar al lector próximo al final de la obra. La acción no descansa, pero tampoco es trepidante. Podemos asomarnos al transcurso de la vida de los personajes con tiempo suficiente para poder tejer los detalles que relacionan a unos con otros, y a unos espacios con otros.
Saltamos alternativamente de un tiempo ligeramente futuro (Mayo 2022) a otro pasado (1972) y en ambas dimensiones temporales la trama se desliza con intensidad. Este juego temporal se elabora magistralmente y agita la expectación del lector entre intrigas y explicaciones parciales de los hechos que, sin embargo, mantienen bien guardado el secreto de cómo se va a resolver la historia. El Libro negro de las horas llega a obsesionarnos en el proceso de su búsqueda. La violencia, el crimen, surge con elegancia. No hay exceso descriptivo en las escenas, sin por ello desmerecer la intriga, más bien al contrario, ofreciendo una narrativa de gran calidad.
La autora nos permite adentrarnos en el mundo de los bibliófilos. Sin duda producto de su investigación y experiencia personal, nos relata numerosos detalles de un microcosmos único, especial y apasionante. Leer esta obra es abrirse a observar ese entorno con pasión renovada, ser más amante si cabe de los libros, especialmente de los “de antiguo”, de la magia de las bibliotecas y los peculiares personajes que las habitan.
El desenlace es una forma de “buen final” o, tal vez, de un no-final. Ítaca, protagonista de la trama, aparece y desaparece de la realidad temporal presente (2022). Y mantenerla viva, desaparecida, invita a nuevas tramas. ¿Veremos al inspector Kramer en nuevas historias cargadas de intriga?