Insepulto
Oscar Lamela Méndez
Tengo amigos que, cuando se aproxima el verano, me preguntan qué lecturas les recomiendo. Es una tarea que me resulta siempre difícil y comprometida, por desconocer en detalle las motivaciones lectoras de cada uno de ellos, y porque soy muy consciente de que es imposible desligar las preferencias de uno mismo a la hora de emitir una recomendación. Con estos antecedentes hoy me ha parecido totalmente adecuado, honesto y placentero, compartir una recomendación para todos, ahora que he completado yo mismo su lectura. Me refiero a Insepulto, de Oscar Lamela, Editorial Libros Indie.
Porque sabía a través de su autor que Insepulto rondaba el género de la novela negra, con esa disposición me lancé a descubrir la obra. Y lo es, de comienzo a fin. Es una perfecta representante de la novela negra actual en nuestra lengua. Sabemos que es éste un género que ha alcanzado un dinamismo sin precedentes, tanto por la calidad de los numerosos autores como por el creciente interés del público. Creo de verdad que esta novela añade nueva energía al thriller en lengua castellana.
La historia está ambientada en el Londres de la última mitad del siglo XIX. Sus numerosos personajes aparecen y se desvanecen por ambientes magistralmente descritos. Es un placer recorrer esos espacios de ficción que nos transportan a aquel mundo, mejor digo submundo, donde el crimen, la intriga, la honestidad y la maldad se mezclan y cabalgan por una sociedad sumida en las contradicciones de la acumulación de riqueza y la miseria más infame, tan característica de los efectos de la revolución industrial experimentada en el Reino Unido en esa época de su Historia.
Cada capítulo de la novela dedica un esfuerzo constante a la descripción de los diversos protagonistas y personajes secundarios de la trama. Oscar Lamela pone una atención especial, como de pincel fino, en asegurarse que el lector penetra en la psicología de cada uno de ellos, dentro de la atmosfera de cada escenario y situación. Avanzar la lectura es una labor de ir tejiendo los detalles de un complejo rompecabezas del que no se atisba una salida hasta bien avanzado el relato. Los últimos capítulos son intensos, trascurren veloces, sumen al lector en una cadena de asombrosos hallazgos, hasta que desemboca en un final digno de la gran novela negra que es Insepulto.
Tengo que felicitar a Oscar Lamela por la habilidad para conducir magistralmente una trama llena de detalles que la hacen muy compleja, donde no hay descanso para la intriga, donde la crueldad está siempre a la vuelta de la página, y en la que los personajes no dejan entrever fácilmente el fondo del asunto. La trama se resuelve, la cadena de crímenes tiene una explicación, y en el último capítulo, que no antes, hay una luz de energía positiva en la dramática historia de una saga castigada.
Esta es sin duda una novela para disfrutar en cualquier momento, ¡cuánto más este verano!