
Quiebro es todo él, en sí, un gran poema permeado de autenticidad poética con una profunda marca personal en los temas y en su estilo.

Un cuento que nos enfrenta frente a la crudeza de la guerra y el desastre humano que acarrea, creando un espacio de cierto tono surrealista.

Escombros es un cuento que aborda la tragedia de la guerra creando un espacio de tintes surrealistas.